Un robot social es un sistema de inteligencia artificial (IA) que está diseñado para interactuar con humanos y otros robots. En el lugar de trabajo, los robots sociales tienen el potencial de hacerse cargo de funciones laborales completas, como el saludo y el servicio básico al cliente. En el hogar, los robots sociales podrían volverse lo suficientemente funcionales como para servir como miembros de la familia y estar diseñados a propósito con personalidades y peculiaridades únicas para involucrar a los miembros de la familia.
Ejemplos de robots sociales incluyen:
- hitchBOT: un robot social que intentó hacer autostop por los Estados Unidos en 2014.
- Kismet: una cabeza de robot que comprende y muestra emociones al interactuar con los humanos.
- Tico: un robot desarrollado para mejorar la motivación de los niños en el aula.
- Bandit: un robot social diseñado para enseñar comportamiento social a niños autistas.
- Jibo es un robot social orientado al consumidor. Jibo comprende el habla y las expresiones faciales y busca entablar relaciones con la familia que lo adopta.
Un robot social puede controlarse de forma remota, quizás sirviendo como representante de TelePresence en una reunión de negocios o en el hogar o como compañero en un centro de atención médica. Otros robots sociales son sistemas autónomos con IA local que les permite interactuar de forma independiente en respuesta a señales de personas y cosas en su entorno. Este tipo de robot autónomo a veces se denomina robot inteligente. La inteligencia de un robot inteligente se basa típicamente en un modelo de computación cognitiva que simula los procesos de pensamiento humano. La computación cognitiva involucra sistemas de aprendizaje automático que utilizan la minería de datos, el reconocimiento de patrones y el procesamiento del lenguaje natural (PNL) para imitar la forma en que funciona el cerebro humano.
Casos de uso de robots sociales
Las primeras generaciones de robots se diseñaron para tareas autónomas, como explorar el fondo del océano, complementar el proceso de fabricación o ayudar a cumplir con los pedidos del almacén. Durante los últimos 20 años, los investigadores han desarrollado robots de propósito más general que modelan el comportamiento de los seres humanos. Algunas de las formas en que se utilizan los robots sociales en la actualidad incluyen:
- Tutoría: brinde a los alumnos una forma divertida e interactiva de practicar y dominar nuevas habilidades de aprendizaje
- Telepresencia: proporcione a los asistentes a reuniones remotas una presencia física en una reunión de negocios.
- Compañerismo – pBrindar apoyo emocional a los jóvenes, ancianos o discapacitados.
- Compromiso con el cliente: proporcione a los clientes potenciales información sobre productos y servicios, horario de atención y precios.
Ventajas y desventajas de los robots sociales
Si bien los robots sociales emplean tecnología de punta, no son humanos y carecen de empatía, emoción y razonamiento. Manejan las tareas rutinarias para las que están programados, pero pueden responder de manera impredecible a situaciones para las que no fueron capacitados.
Al igual que con cualquier tecnología, los robots son susceptibles a fallas y fallas de hardware y pueden implicar un alto costo de reparación y mantenimiento. Además, los humanos que desarrollan una dependencia excesiva de los robots sociales, como por ejemplo para el compañerismo emocional, pueden perderse las interacciones de persona a persona que son la esencia de la condición humana.
Futuro de los robots sociales
Los robots sociales ya se pueden encontrar en el hogar y en el lugar de trabajo y es probable que desempeñen un papel más destacado en cada lugar a medida que la tecnología mejore.
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