La racionalización de aplicaciones es la práctica de identificar estratégicamente las aplicaciones comerciales en una organización para determinar qué aplicaciones deben mantenerse, reemplazarse, retirarse o consolidarse. El objetivo es lograr mejoras en las operaciones comerciales.
La racionalización de aplicaciones, que cae bajo el paraguas más amplio de transformación de aplicaciones, tuvo un gran atractivo a fines de la década de 1990 antes del cambio de datos del año 2000 (Y2K), a veces denominado «el problema del Y2K» o «el error del milenio». En ese momento, las organizaciones evaluaron sus aplicaciones y actualizaron sus sistemas a medida que Internet comenzaba a madurar y los directores de información (CIO) buscaban formas innovadoras de impulsar la eficiencia en sus procesos comerciales.
Desde entonces, la racionalización de aplicaciones se ha convertido en una práctica importante entre los CIO y los departamentos de TI que enfrentan un exceso de aplicaciones heredadas y el alto costo que conlleva el mantenimiento de estos sistemas. El crecimiento de aplicaciones también se ha producido a través de fusiones y adquisiciones (M&A).
A medida que las organizaciones abordan los requisitos reglamentarios y de cumplimiento y migran las aplicaciones comerciales a modelos de computación en la nube, los CIO y los ejecutivos de TI utilizan iniciativas de racionalización de aplicaciones para alinear sus carteras de aplicaciones con los objetivos comerciales.
Los proyectos de racionalización de aplicaciones sientan las bases para una infraestructura de TI ágil y escalable que puede manejar las operaciones comerciales asociadas con iniciativas móviles, sociales y de big data. Una revisión de la aplicación también ayuda a las empresas a aprovechar las tecnologías emergentes, las plataformas y los cambios en las prácticas de la industria.
Entre los beneficios organizacionales que se pueden derivar de la racionalización de aplicaciones se encuentran:
- Ayudar a las empresas a identificar aplicaciones heredadas que pueden estar expuestas a riesgos de seguridad. Estas aplicaciones se pueden reemplazar con nuevas aplicaciones que vienen con características de seguridad mejoradas.
- Al retirar las aplicaciones redundantes, las empresas pueden controlar la expansión tecnológica.
- Los proyectos de racionalización de aplicaciones pueden brindar a los directores de TI y a los directores de TI la oportunidad de impulsar la estandarización en sus operaciones comerciales, así como de introducir innovación, tecnología de punta y mejores procesos comerciales en toda la organización.
- La realización de una revisión de la cartera de aplicaciones permite a las organizaciones comprender mejor sus necesidades comerciales, lo que ayuda a ampliar la conversación entre el proveedor y el cliente. Los ejecutivos de TI pueden discutir con los proveedores no solo el precio del producto, sino también si sus aplicaciones cumplen con los requisitos comerciales de la organización.
- Saber qué aplicaciones se requieren para mejorar el rendimiento empresarial puede ayudar a las organizaciones a evaluar las opciones de proveedor / proveedor de servicios y a negociar mejores contratos y acuerdos de nivel de servicio (SLA).
Esto se actualizó por última vez en Marzo de 2016
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