Tanto las versiones de servidor como las de escritorio del sistema operativo Windows han tenido durante mucho tiempo la capacidad de arrancar desde un disco duro virtual o un archivo de disco duro virtual Hyper-V sin la ayuda de un hipervisor.
Por supuesto, esto plantea la cuestión de si existe algún uso práctico en el mundo real para tal capacidad. En la superficie, parecería que la capacidad de arrancar desde un disco duro virtual (VHD) a una computadora física es poco más que una característica novedosa. Sin embargo, existen al menos un par de beneficios al usarlo.
Un beneficio potencial es que la función Boot to VHD facilita la creación de entornos de arranque dual. Las capacidades de arranque dual ciertamente no son nada nuevo para Windows, pero algunas de las versiones anteriores de Windows requerían que ambos sistemas operativos existieran en un solo volumen. Boot to VHD permite a cada sistema operativo su propio volumen y espacio para aplicaciones, datos, etc.
Personalmente, he utilizado Boot to VHD como una forma de probar nuevos sistemas operativos en hardware físico. Por ejemplo, recientemente configuré un entorno Boot to VHD en uno de mis servidores de laboratorio para poder experimentar con Windows Server 10, pero también tener un entorno Windows Server 2012 para jugar.
En una nota más práctica, algunas personas usan Boot to VHD en computadoras de escritorio o portátiles como una forma de establecer límites entre el trabajo y la vida hogareña.
También puede usar Boot to VHD para implementar un sistema operativo Windows en una unidad flash USB. Al hacerlo, los usuarios pueden iniciar sus computadoras personales en un entorno de escritorio corporativo totalmente autorizado sin realizar ninguna modificación en sus discos duros.