8 errores de diseño que provocan un desastre
Como cualquier otra cosa, el diseño del producto se puede hacer bien y se puede hacer mal. Cuando un producto está bien diseñado, los usuarios no lo notan. Pero cuando un producto está mal diseñado, los usuarios no solo lo notan, sino que también se quejan.
En este artículo, quiero compartir cinco de las cosas más comunes que conducen a un mal diseño de producto.
1. Agregar demasiadas funciones a un producto
Con demasiada frecuencia, los diseñadores piensan en las funciones como sinónimo de valor. Creen que cuantas más funciones agreguen al producto, más valioso agregará para el usuario. Como resultado, muchos productos están diseñados con demasiadas características innecesarias que restan valor al propósito principal del producto. Este efecto se conoce como variación gradual de características, una adición continua de nuevas características del producto más allá del alcance original.
Aquí hay dos consejos que lo ayudarán a evitar este error común:
- Al diseñar un producto, es importante centrarse en su valor fundamental. Identifique lo que es más importante y déle prioridad. Elimine cualquier característica o contenido que no conduzca a este valor.
- Pregunte «por qué» en lugar de «cómo». Al comenzar a trabajar en un nuevo producto, la pregunta más importante no debería ser cómo diseñamos una característica particular pero por qué Necesito diseñarlo.
2. Saltarse la fase de creación de prototipos
«¿Por qué necesitamos crear un prototipo cuando podemos crear un producto real y probarlo en el mercado?» Al pensar de esta manera, los diseñadores ponen el máximo esfuerzo en crear un diseño de alta fidelidad que envían al mercado. Desafortunadamente, después del lanzamiento al mercado, el equipo del producto a menudo se da cuenta de que algunas partes del diseño deben cambiarse. Y el costo del cambio a menudo será significativo porque el equipo necesitará modificar el producto real, no un prototipo en papel o digital.
La creación de prototipos ayuda a los equipos de productos a probar el diseño del producto antes de su lanzamiento al mercado. Las pruebas se pueden realizar con usuarios reales. Según NNGroup, las pruebas con cinco usuarios identifican el 85% de los problemas de usabilidad. Es por eso que los resultados de las pruebas dejarán en claro si el diseño funciona para los usuarios o no.
3. Apegarse demasiado a un diseño
No es tan raro que los diseñadores se enamoren de un diseño que crean. Cuando los diseñadores se apegan demasiado a los elementos de diseño, es difícil rediseñarlos o deshacerse de ellos. Se vuelve extremadamente difícil comprender las críticas: los diseñadores comienzan a tomárselo como algo personal. Como resultado, las decisiones de diseño se vuelven demasiado sesgadas. El efecto se conoce como sesgo de confirmación, cuando los diseñadores buscan, interpretan, favorecen y recuerdan información de una manera que confirma sus creencias preexistentes.
Es posible minimizar el efecto del sesgo de confirmación invitando a los diseñadores a las sesiones de prueba de los usuarios. Nada se puede comparar con un sentimiento cuando ves a una persona real interactuar con un producto que has diseñado. Ayuda a los diseñadores a darse cuenta de que diseño para sus usuarios, no para ellos mismos. Como resultado, resulta mucho más fácil ajustar el diseño de acuerdo con las necesidades del usuario.
4. Hacer suposiciones en lugar de realizar una investigación adecuada
Casi todos los que diseñan productos digitales tuvieron un momento en el que dijeron «Yo también soy un usuario, así que sé lo que es bueno o malo para los usuarios». Después de eso, los diseñadores crean suposiciones, suposiciones sobre lo que puede hacer que el usuario viva mejor.
Es genial cuando los diseñadores tienen sentimientos personales, pero está mal cuando los diseñadores permiten que los sentimientos personales se apoderen del proceso. Cada decisión de diseño, sin importar cómo se haya tomado, aún debe verificarse. Es excelente cuando las decisiones de diseño son el resultado de la investigación de los usuarios. Es mucho mejor cuando comprende claramente lo que necesitan sus usuarios y luego diseña en base a eso.
5. No involucrar a los usuarios en el proceso de diseño
No importa si un equipo está refinando un producto existente o diseñando un producto nuevo, siempre es esencial aprovechar a los usuarios en el proceso de exploración del conocimiento. El mal diseño suele ser el resultado de no pensar adecuadamente en las necesidades de los usuarios finales.
Los profesionales de UX no solo deben recopilar conocimientos sobre los usuarios, sino que también deben compartir esta información con las partes interesadas. Ayudará a crear una comprensión compartida de las necesidades reales de los usuarios.
6. Pensar en el diseño como un proceso lineal
Algunos equipos de productos creen que el diseño de productos es un proceso lineal que comienza con la ideación y termina con el lanzamiento del producto. Siguiendo este proceso, establecen un objetivo al principio y se esfuerzan por enviar un producto diseñado de acuerdo con el objetivo.
En realidad, el diseño de productos es un proceso altamente iterativo: para lanzar un producto con una excelente experiencia de usuario, los diseñadores deben probar muchos enfoques diferentes antes de seleccionar el que sea mejor para sus usuarios. Incluso podrían ajustar el objetivo, cuando vean que es necesario.
7. No crear un entorno colaborativo
En un equipo que tiene un problema de colaboración, los diseñadores y desarrolladores no tienen un entendimiento compartido de lo que quieren lograr. Como resultado, los diseñadores y desarrolladores permanecen en sus silos.
Concéntrese en crear una estrecha colaboración entre el diseño y los miembros del equipo técnico. En lugar de que el diseño y el desarrollo sean secuenciales, estas dos actividades deberían ir en paralelo.
8. Intentando reinventar la rueda
«Es aburrido hacer algo que todos los demás están haciendo». Con tal idea, muchos diseñadores tienen la tentación de intentar reinventar la rueda, de diseñar algo nuevo, algo que nadie haya probado antes. Pero lo que los diseñadores olvidan es que hay muchas soluciones en el mercado y cada una exige nuestro tiempo. Con cada producto que tiene diferentes interacciones, los usuarios deben aprenderlo. En nuestro mundo vertiginoso, los usuarios a menudo no tienen que aprender a utilizar un producto nuevo.
Antes de reinventar la rueda, los diseñadores deben evaluar el esfuerzo requerido por parte de los usuarios. En la mayoría de los casos, el esfuerzo será significativo. Como resultado, es mucho más seguro diseñar un diseño familiar, creando un diseño que resultará familiar para la mayoría de los usuarios.